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Miradas de Asturias – Patria Querida

FICHA TÉCNICA

Autor: Alberto García-Alix (León 1956)
Título: S/T
Año: 2011
Técnica: fotografía analógica impresa en papel baritado con gelatina de plata virada al selenio
Dimensiones: 110 x 110 cm
Serie: Patria Querida (I Edición de Miradas de Asturias)
Categoría: Proyecto de mecenazgo de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson

Estas imágenes de la serie Patria Querida de Alberto García-Alix se realizaron para la primera edición del proyecto de mecenazgo Miradas de Asturias, de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, que hizo este encargo exclusivo al conocido fotógrafo leonés y Premio Nacional de Fotografía, organizando una exposición itinerante de carácter internacional y publicando un lujoso libro con el resultado del trabajo. Desde esa labor de incesante mecenazgo y con un respeto absoluto por la libertad creativa del autor, la Fundación María Cristina Masaveu Peterson inició en 2012 el desarrollo de un fondo inédito sobre Asturias y sus gentes, integrando en cada edición la visión singular e intransferible del fotógrafo seleccionado.

En su Patria Querida García-Alix se funde con el entorno a través de paisajes industriales, arquitecturas desafiantes, naturalezas abstractas y retratos singulares.  La muestra se compuso de 50 piezas, siendo estas 30 obras de la Colección FMCMP de tirada única. Se presentó por primera vez en el Centro de Cultura Antiguo Instituto (Gijón, 21 diciembre de 2012-10 de febrero de 2013) y viajó después al Centro Cultural Conde Duque (Madrid, 23 de febrero-5 de mayo de 2013), Museu da Electricidade (Lisboa, 26 de junio-18 de agosto de 2013) e Instituto Cervantes de Nueva York (14 de enero-14 de febrero de 2015).

Su comisario, Nicolás Combarro, destacó en estos museos y centros culturales la mirada poética e intensa del fotógrafo, entre la realidad y la alegoría, subrayando su capacidad para humanizar la naturaleza rural y urbana junto a los personajes que la habitan.  Son visiones múltiples pero intimistas, entre objetos cotidianos, balcones, contraventanas, estancias o paisajes, cosas sencillas que merece la pena conservar, como autorretratos de presencias y ausencias, señales del abandono o de la celebración literaria, con hermosos paisajes y personajes tan variopintos como sorprendentes.