La sede de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson de Madrid se ubica en un edificio rehabilitado, un antiguo palacete del siglo XIX reconvertido posteriormente en hotel.

El proyecto de rehabilitación (2015-2018), llevado a cabo por los arquitectos Rafael Masaveu y Carolina Compostizo, se basa en las siguientes premisas:

• Respeto máximo a la volumetría original del edificio y a aquellos elementos que cuentan con protección patrimonial (fachada y escalera).
• Acondicionamiento de los espacios para el cumplimiento de los fines de la Fundación.
• Empleo de materiales y acabados de primera calidad, especialmente ligados al desarrollo industrial de la Corporación Masaveu. El hormigón visto y las maderas tropicales, explotadas de forma sostenible y homologada, son fundamentales en los acabados tanto interiores como exteriores del edificio.

La sede de la FMCMP respeta la volumetría preexistente formada por dos construcciones anexas dispuestas en torno a un patio central.

La construcción original responde a las características de la arquitectura palaciega madrileña de estilo neoclásico, de formas sencillas, armónicas y proporcionadas. El edificio fue construido entre 1881 y 1882, según proyecto del arquitecto Luis de Landecho, aunque la fachada fue modificada en 1949 por José María de la Vega Samper. Su grado 3 de protección del Patrimonio Histórico, condicionó la intervención y determinó, entre otros aspectos, la necesidad de conservar elementos que gozaban de especial protección, como la escalera y la fachada principal.

Todos los elementos rehabilitados han sido proyectados aplicando un lenguaje formal contemporáneo y según criterios de funcionalidad que otorgan todo el protagonismo a los materiales.

Destina dos mil metros cuadrados, distribuidos en tres plantas, a la creación de salas polivalentes, de exposiciones, auditorio, zonas de servicios, patios y terrazas.

El compromiso con el medio ambiente es fundamental para la FMCMP, como pone de manifiesto la implementación de una nueva línea de investigación que contribuirá al fomento de una producción industrial del cemento de una manera más respetuosa con el medio ambiente.

La sede de la FMCMP de Madrid ha obtenido una certificación energética B que refleja su condición de edificio sostenible, una calificación difícil de conseguir en edificios rehabilitados.