II EDICIÓN DE MIRADAS DE ASTURIAS. Allumar por José Manuel Ballester

PROYECTO DE MECENAZGO DE LA FUNDACIÓN MARÍA CRISTINA MASAVEU PETERSON

Miradas de Asturias. Con total respeto a la libertad creativa del fotógrafo, la Fundación María Cristina Masaveu Peterson pone en marcha la segunda edición de MIRADAS DE ASTURIAS, iniciativa de largo recorrido que promueve, desde el mecenazgo, la creación de un fondo de obra inédita inspirada en Asturias y sus gentes que se materializa a través de la mirada de prestigiosos fotógrafos invitados. Durante los trabajos realizados para Miradas de Asturias, José Manuel Ballester halló un sinfín de imágenes, paisajes e instantes inolvidables, pero también palabras hermosas como Allumar. Su semántica alberga la idea de iluminar o encender, dar luz o maravillar, y su fonética transmite los ritmos propios de la región, completando el cúmulo de emociones que proporciona este proyecto.  Según palabras del propio artista “Lo que más me ha impactado en este largo viaje por Asturias es esa potencia del paisaje y su capacidad de dominar incluso los espacios industriales. Lo artificial nunca supera a lo natural, siempre surge otra vez, renovado, envolviendo las ciudades y las fábricas”.

José Manuel Ballester (Madrid, 1960) es pintor y fotógrafo. Su amplia trayectoria profesional está avalada por numerosos premios y exposiciones internacionales. Entre los años 2010 y 2013 ha realizado más de cinco mil instantáneas a lo largo y ancho del territorio asturiano, iluminando (allumando, en asturiano) todos sus rincones. Las cuarenta piezas seleccionadas para este proyecto descubren espacios inhóspitos, activos, aislados o inacabados que atesoran poéticas tremendamente íntimas.

“Pese a esa fuerza del arte de proyectar y construir edificios sobre su obra, José Manuel Ballester no es un artista de arquitecturas. Es un artista de espacios, silencios y experiencias reflexivas. Así, la mayoría de sus trabajos analizan estancias, fachadas, pasadizos, puertas, ventanas, escaleras, elementos estructurales, vigas, columnas chimeneas, puentes y viaductos que, en Miradas de Asturias, se han visto enriquecidos también por los curiosos contrastes entre naturaleza y arquitectura, y por los delicados instantes captados en playas, acantilados y montañas. En cada composición el autor parece subrayar presencias que ya no existen, quizás ya se han ido, o aún no han llegado. Espíritus inquietos, escenarios metafísicos, vigías de nuevas fuentes de vida, últimas moradas. En este proyecto la arquitectura industrial y el paisaje actúan bajo su certero objetivo fotográfico como auténticas piedras filosofales, cobijo y protección del ser humano, como guardianes de su actividad laboral, su evolución o su declive. Son, en fin, elementos esenciales para revelarnos distintas condiciones de vida.”

Ángel Antonio Rodríguez. Comisario

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