Coincidiendo con las fiestas navideñas, la Fundación María Cristina Masaveu Peterson presenta por primera vez en España La Virgen de la leche de Artemisia Gentileschi, obra recientemente adquirida por la Fundación en el mercado internacional. 

Esta delicada y emotiva composición es una creación temprana de la pintora realizada en Roma, cuando era aún una adolescente que se formaba en el taller de su padre, Orazio (1563-1639). De hecho, el asunto fue también abordado por este en la misma época. Representa una iconografía muy popular en la espiritualidad católica, especialmente desde finales de la Edad Media, la de la Virgo lactans o Virgen de la leche, tema que el Concilio de Trento (1545-63) terminaría desaconsejando por razones de decoro, dado que la lactancia del Niño simbolizaba el consuelo y el amparo de María para todos los creyentes pero también obligaba a la exhibición del pecho de la Virgen. En esta composición la Virgen cubre su seno derecho mientras envuelve pudorosamente el pecho que ofrece al pequeño con su mano. Está sentada en una silla de lactancia, la sedia da balia, un asiento bajo que la obliga a plegar las piernas para acoger al Niño en su regazo. Una disposición que, junto al marcado dibujo de los plegados de la indumentaria y a la iluminación contrastada de estos, monumentaliza la figura, concebida para ser vista desde abajo, di sotto in sù.

Esta obra, que por sus dimensiones y temática hubo de ser una excelente carta de presentación de las capacidades artísticas de la pintora, una de las figuras más relevantes de su tiempo, tuvo una notable aceptación. Así lo prueba el hecho de que se realizaran, al menos, tres ejemplares posteriores, pintados tras la marcha de la pintora a Florencia al poco de contraer matrimonio en 1612. El modelo inicial fue este de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, y es posible que la tela acompañara a Artemisia cuando se trasladó a la capital de la Toscana.