Sánchez Cotán, Juan

(Orgaz, Toledo, 1560 – Granada, 1627)

Juan Sánchez Cotán es uno de los artistas más singulares de la pintura española del primer naturalismo. Especialmente reconocido como bodegonista, fue también un importante pintor de obras de temática religiosa, a la que se dedicó de manera preferente, realizando un amplio número de cuadros de devoción. 

Hijo de Bartolomé Sánchez de Plasencia y de Catalina Ramos, Cotán se inició en el arte posiblemente en Orgaz, en el taller de Francisco de Ávila. A edad temprana se trasladó a Toledo, donde completó su formación en el ambiente pictórico manierista de la localidad, se cree que con Blas de Prado, a quien ya cita como su maestro Pacheco y de quien heredó un libro de pintura y un librillo de dibujos, mencionados en su testamento. En el ámbito religioso, su obra toledana se enmarca dentro del tardo manierismo de raíz escurialense, que dominaba en la España de finales del siglo XVI, deudor de Juan Fernández de Navarrete, el Mudo y de Luca Cambiaso. Muy diferentes son sus bodegones, de marcado realismo, datados en su mayoría entre 1600 y 1603 y que por su gran calidad le encumbraron como uno de los principales artífices españoles en este género.

En 1603 solicitó ingresar como hermano lego en la cartuja de Granada, donde residiría hasta el final de su vida salvo por el breve periodo de tiempo, entre 1610 y 1611, en que fue trasladado a la cartuja de El Paular. Como consecuencia de esta decisión, sus primeros biógrafos lo rodearon de un halo de santidad, y recogían incluso como, según una leyenda, se le apareció la Virgen María para que la retratase. En ambas cartujas continuó pintando; seis lienzos sobre la historia de la vida de Cristo en Segovia y una serie de episodios sobre la historia de la orden cartujana, realizada para la cartuja de Granada entre 1615 y 1617, son algunas de sus composiciones más destacadas. Su producción evolucionó entonces, y especialmente en los últimos años, hacia una técnica más suelta y un mayor naturalismo. 

OBRAS EN LA COLECCIÓN

LA HUIDA A EGIPTO